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Edición No.6

Julio de 2013

EDITORIAL

 

Ésta edición se encuentra dedicadacon un gra sentimiento al "telar".

 

El telar no sólo es un telar (valga el hincapié y la reiteración de sinónimos en la frase). A lo largo de la historia de la humanidad, en todas las culturas, tanto las occidentales, las orientales y prehispánicas, el telar ah sido el símbolo de la paciencia, de la fe y creencia en que el fuego solar emergería entre las sombras de la noche para avivar el día siguiente.

 

El telar era el símbolo sagrado de los tarotistas medievales. De igual forma, el telar preservaba las formas iconográficas de un lenguaje sagrado, a través del cual, la antiquísima civilización de Nazca dio forma a las montañas del sur de Perú.

 

El telar representa la unión en pensamiento de los amantes y tiene el poder de apresar el paso del tiempo. ¿Cómo olvidar la imagen de la reina Penélope sentada, en su habitación, sola, frente al telar que cada noche desasía y, que volvía a rehacer cada mañana en espera de Odiseo?.

 

Por esa razón, también, se le considera como el simbolo de la paciencia en el lejano, mítico, en el inmemorial oriente. Y paciencia ha sido la constante que marcó el desarrollo de la presente edición. Paciencia para desarrollar cada una de las etapas que conllevo a la elaborción y preparación del nuevo número de nuestra revista. Paciencia de nuestros lectores que, en nuestro silencio largo y prolongado, comprendieron que, en éste nuevo vuelo del Búho Tuerto, se anticipaba el encuentro del lector con una ciudad en la cual, el erotismo trasciende más allá de lo humano. Se trata de hacerle el amor a esas urbes que habitamos y que nos habitan. En síntesis:

Ciudades soñadas, anheladas, poseídas, mimadas y coquetas, entre otros cualitativos.

 

Pero, esta edición no hubiera sido posible sin el eterno reinvendicador del espíritu femenino. Cada una de las páginas del presente número es una caricia sobre la piel desnuda de mujeres que no conocemos, pero que conoceremos en algún momento o que, ya conocimos, y que ahora como el efecto de la mano de Penélope sobre el telar volvemos a percibir sus rostros.

 

Buenos Aires, 31 de Julio de 2013

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